28 abril, 2016

Trekking Familiar lago Truchillas

El mes de abril ha resultado muy complicado desde el punto de vista metereológico. Un mes de lluvias muy abundantes, más de lo habitual. Por este motivo el Trekking Familiar se ha retrasado en dos ocasiones hasta coincidir con el último domingo del mes. Nuestro objetivo ha sido ambicioso: el lago Truchillas. Situado en La Cabrera, ya muy cerca del límite con la provincia de Zamora, es una excursión de distancia moderada, poco más de cinco kilómetros, pero un desnivel importante: 550 metros de subida.

Iniciando el camino con buen sol
Como salimos de León a la hora habitual, nos pusimos a caminar pasado ya el mediodía. El camino se inicia por una senda ancha y sencilla en un día soleado y agradable. Somos más de 25 excursionistas, incluidas dos niñas realmente pequeñas. En algún momento cruzamos el arroyo que baja del lago y que nos acompaña por todo el recorrido.
Desde Algadefe a punto de cruzar el arroyo
A partir de la mitad del recorrido el camino se estrecha y la pendiente se hace más fuerte. Ahora cuesta un poco más caminar. El cielo se va cubriendo de nubes poco a poco.
Ya cerca del lago el camino se hace más dificultoso.
Ya cerca del lago tenemos que pasar por una zona de turberas completamente encharcada. Algunos van bien equipado con botas de agua. Los demás tenemos que ir sorteando el agua y el barro. El último tramo de la ascensión se hace cansado. A algunos de los más chicos hay que animarles a continuar. El cansancio se hace notar.
Todos los excursionistas ante el lago Truchillas.
Finalmente todos llegamos al lago. Se trata de un circo glaciar con paredes altas por el oeste y una salida natural hacia el valle. Por una de las paredes cae una bonita cascada hacia el lago. El cielo está ahora cubierto de nubes. A pesar de situarnos en un lugar protegido del viento, hace algo de frío. Son más de las tres de la tarde.

Es hora de comer. Tras la comida los chicos con Houston deciden recorrer el perímetro del lago. Otros se dedican a jugar entre las turberas y el agua. Los mayores reposan. Por momentos sale el sol y se está mucho mejor.
Fátima a la orilla del lago
Hay que regresar, que se va haciendo tarde y hay mucha carretera por delante. El descenso es más rápido y mucho más cómodo.
Hay que cruzar el arroyo para iniciar el descenso.
En la bajada solo hacemos una parada para descansar un poco y tomar algo.
Iniciando el descenso.
Ya cerca de los coches nos cae una lluvia ligera que nos asusta un poco, pero enseguida para y podemos llegar a los coches sin más novedades.
Ya hemos terminado la excursión. En lo alto de los montes hay bastante nieve.
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