10 febrero, 2016

Fin de semana en Valdelugueros

Teníamos pensado aprovechar las fiestas de carnaval para irnos con Peñavera a la sierra de Madrid. Finalmente este plan no ha salido, así que hemos buscado una alternativa más cercana y breve: un fin de semana en el campamento de Valdelugueros. Así que el sábado a las cinco de la tarde nos reunimos en Anciles Juan Carlos, Pelayo y Alejandro con Houston y Charly como mayores.

Al llegar al campamento nos encontramos una tarde muy poco agradable con lluvia, viento y frío. Enseguida encendimos la calefacción, colocamos nuestras cosas y nos dispusimos a jugar una partida de Risk en la casa. La emoción fue intensa: a un lado de la mesa Pelayo y Juan Carlos, al otro lado Alejandro y Houston.

Alejandro y Houston a la izquierda, Pelayo y Juan Carlos a la derecha. El Risk en medio.
Acabada la partida pasamos a la cena. Después de cenar y recoger todo, rezamos el rosario para pasar a una impresionante partida de Monopoly. La partida se alargó hasta altas horas de la madrugada. Es más, hubo que dejarla sin acabar, porque ya no eran horas...

El domingo amaneció un día soleado y bonito. Una capa muy fina de nieve sobre la hierba del campamento y espolvoreada sobre las montañas cercanas, ofrecían un espectáculo poco habitual en León. Después de un suculento desayuno subimos al coche y nos acercamos a Villaverde de la Cuerna.
En Villaverde de la Cuerna con un perrito del pueblo. Al regreso de la excursión no queda nieve en el pueblo.
Desde Villaverde sale un camino que asciende paralelo al arroyo de Fargas. Durante todo el camino tenemos una fina capa de nieve, de unos dos centímetros, que divierte mucho a los chicos. Enseguida nos ponemos a hacer bolas de nieve, primero para tirarlas, después para hacer un muñeco de nieve. Juan Carlos y Pelayo hacen las bolas más grandes.
Juan Carlos, Alejandro, Pelayo y Houston
Acabamos construyendo un muñeco de nieve de lo más apañado. Su trabajo nos llevó. El siguiente juego consistió en construir grandes bolas de nieve y lanzarlas cuesta abajo hasta el arroyo. Siempre se deshacían antes de llegar a su meta.
Con el muñeco de nieve.
Al final de la mañana el sol iba dando paso a algunas nubes. Los chicos querían regresar a casa para otra partida de Monopoly. Regresamos para iniciar otra partida antes de comer. La emoción crecía por momentos. Hubo que interrumpir el juego a la hora de comer. Después seguiríamos.
En mitad de una emocionante partida.
Tras terminar la comida volvimos al juego. Algunos no tuvimos muchas oportunidades, otros en cambio se hacían con las mejores calles y con muchos millones. Pero, antes de tener un claro ganador, hubo que dejar el juego. Se hacía tarde, había que recoger todo, dejar la casa en condiciones y llegar a León. ¡Tendremos que organizar más juegos de mesa en el Club!

Una vez instalados en el coche y con la casa en orden y cerrada emprendimos el regreso. Como era domingo y teníamos pendiente asistir a misa, nos acercamos a La Virgen del Camino y de paso visitamos a la Patrona. La convivencia fue muy breve pero realmente sustanciosa. Más fotos en flickr.

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