19 agosto, 2014

Jóvenes Montañeros en el Pico Huevo de Vegarada

El pasado sábado una expedición de Jóvenes Montañeros de Anciles llegó hasta el Puerto de Vegarada dispuesto a ascender el pico más famoso del entorno: el Huevo. Allí estaban Jesús, Marcelo, Charly y D. Javier. El cielo estaba de un azul esplendoroso y la temperatura agradable tirando a fresca.

Charly, Jesús y Marcelo iniciando la ascensión.
Iniciamos el camino con alegría. Tanto para Marcelo como para Jesús se trataba de su primera ascensión a un pico de más de 2.000 metros. En cualquier caso los dos subieron sin dificultades ni quejas. El paisaje estaba precioso. De vez en cuando parábamos para contemplar una sima, tomar arándanos o disfrutar del impresionante paisaje. Llegar hasta la llamada Puerta del Faro nos llevó unas dos horas.
Jesús y Marcelo poco antes de llegar a la Puerta del Faro
En la Puerta del Faro paramos a recuperar un poco de energía y encontramos un matrimonio de cierta edad que también quería alcanzar el Pico Huevo. Ahora llega el único tramo con un poco de dificultad: la ascensión hasta el cordal del Huevo. Es una cuesta breve, pero muy pendiente con tierra suelta y piedras pequeñas que te hacen resbalar.
Jesús y Marcelo en un momento de la ascensión.
Una vez superado este pequeño obstáculo estamos a diez minutos de nuestro objetivo. Desde el pico el paisaje es impresionante: un poco al sur, detrás de otros montes sobresale el Bodón. A los lejos el Espigüete, hacia el este los Picos de Europa y hacia el oeste el macizo de la Ubiña. Al sur tenemos un valle muy profundo que desemboca en Redipuertas. Después de rezar una salve montañera nos pusimos a comer, que bien merecido lo teníamos.
Jesús y Marcelo con el tesoro en la cumbre.
Marcelo y Jesús exploraron la cumbre y jugaron un rato a hacer rodar grandes piedras. Después localizamos un tesoro de geocaching que hay en la cumbre. Nunca habíamos encontrado un tesoro a tanta altura.
Jesús y Marcelo descendiendo de la Puerta del Faro
 El descenso fue más rápido. Habíamos subido por caminos en las laderas, pero bajamos por el fondo del valle, al lado de un arroyo que aparece y desaparece y entre caballos. En algún momento tuvimos dudas para escoger el camino correcto entre tantos desvíos. A las seis y media de la tarde llegamos por fin al coche sin novedad. ¡Un precioso día de excursión!
Marcelo y Jesús en el fondo del valle.
Una selección de las mejores fotos en flickr.

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