26 febrero, 2013

Trekking Familiar en Orzonaga

Ayer, último domingo de febrero, nos fuimos con el Trekking Familiar hasta Orzonaga, una población muy cercana a Matallana de Torío. El día anunciaba frío y viento, incluso algo de nieve. Pero aún así se presentó una familia incondicional: Elías con cinco de sus hijos pequeños: Álvaro, Luis, Pelayo, Clara y Carmen. Llegamos al pueblo y poco antes de las doce iniciamos el camino.

Trekking Familiar Orzonaga
Toda la tropa al inicio del camino mientras nieva.
Al poco de empezar a caminar empezó a nevar. Todos estábamos preparados, más o menos, para la nieve. En algunos tramos el camino tenía charcos y bastante barro.

Entre nuestros objetivos estaba localizar un tesoro de geocaching en el Faedo de Orzonaga. Tanto el pueblo como el hayedo son famosos por el suceso o leyenda del elefante de Orzonaga de 1918. Hasta hay una copla famosa en todo el valle. El caso es que al principio teníamos el geocaching a algo más de un kilómetro, según el GPS. Pero avanzábamos mucho y el tesoro se acercaba poco.

Pronto encontramos una buena capa de nieve en el camino. Los chicos, por supuesto, a pisarla y a disfrutar de ella. Finalmente llegamos a la curva del camino donde, se supone, que está el tesoro. Hay un buen montón de nieve. Estuvimos un cuarto de hora buscándolo y no lo localizamos. Habrá que venir en verano.

Poco después, en un prado de hierba, sin nieve y al sol, paramos a comer. A los pequeños hubo que cambiarles de calcetines, pues los tenían empapados y estaban pasando frío. Decidimos regresar por el mismo camino, pues de nuevo se puso a nevar. Quisiéramos haber llegado hasta las minas para ver los enormes camiones, pero las circunstancias aconsejaron una retirada. En cualquier caso el Trekking Familiar sigue y estos chicos prometen.

Una selección de fotos:

19 febrero, 2013

José Ramón Ayllón habla de educación

El pasado viernes tuvimos entre nosotros a José Ramón Ayllón que nos habló sobre educación. José Ramón Ayllón es escritor, filósofo y profesor de antropología en la Universidad de Navarra. Ha escrito libros de texto, ensayos y novelas. Su libro más leído es, quizá, "Diario de Paula".

Un momento del coloquio
Hace ya dos años José Ramón nos dio una charla sobre 10 claves de la educación. En esta ocasión el tema es el mismo, pero, en vez de darnos una charla, se inició un diálogo en el que los asistentes hacían preguntas y José Ramón respondía.

Como primera clave nos habla de saber a dónde queremos llegar, tener un modelo de hombre. ¿Qué tipo de ser humano queremos educar? Para dar respuesta a esto tenemos, entre otras cosas, las virtudes humanas y la familia. La familia es un pilar básico de la sociedad y de la educación. La educación se adquiere fundamentalmente en la familia. Los padres deben ser ejemplares, deben ir por delante. Los hijos más que escuchar, imitan.

Otro temas que salieron mucho en el coloquio fueron el poner límites a los hijos. Unos límites claros, con flexibilidad, cuando sea necesario. Una clave muy importante para la educación es la lectura. ¡Qué lean mucho! Cuanto más mejor, aunque es bueno escoger las lecturas.

El coloquio se prolongó sobre las dificultades actuales de la educación. El panorama actual es muy diferente del que teníamos hace 20 ó 30 años. Las dificultades y las ventajas son distintas. En cualquier caso la educación es el pilar básico del futuro de nuestros hijos y de la sociedad. Si queréis conocer mejor este tema podéis ver el resumen de la charla anterior en Anciles. También, por supuesto, podéis comprar su libro "10 claves de la educación". José Ramón os lo agradecerá. Incluso nos lo agradeceréis.

14 febrero, 2013

Aventura en la nieve

Eso fue la convivencia de carnaval de este año en el Campamento de Valdelugueros: ¡una aventura! Salimos de León el sábado por la tarde en dos coches. Del Club Juvenil Anciles estábamos siete chicos y dos mayores. Ya sabíamos que encontraríamos bastante nieve y que tendríamos que caminar sobre ella hasta llegar a la casa del campamento.

El domingo de mañana llegando a Lugueros
Encontramos la casa ya caliente y al poco de aterrizar nosotros fuimos a ayudar a los chicos de Valladolid que llegaban cargados desde el pueblo. Repartimos habitaciones, colocamos (más o menos) todo y después de cenar estuvimos jugando a diversos juegos de grupo. A una hora sensata nos fuimos a la cama. Todo el mundo durmió bastante bien. Los monitores nos sorprendimos de que de madrugada los chicos no se levantaros demasiado temprano. Caminar sobre la nieve agota de verdad. Y más si vas cargado.

El domingo amaneció buen día. Poco antes de las once llegó D. Javier desde León y nos celebró la misa en el oratorio del campamento. A media mañana, ya listos para la nieve, caminamos hasta Lugueros, donde teníamos los coches. Desde allí nos fuimos en busca de las buenas rampas de Vegarada. Pero al pasar el pueblo de Redipuertas la carretera estaba cortada. Así que dejamos allí los coches, cogimos los trastos y caminamos carretera arriba hasta encontrar, muy cerca, una pendiente adecuada.

Al llegar aquí empezó a nevar. Y a nevar de verdad. Todos disfrutamos con los trineos y los gomatos. Pero subir las rampas es agotador. A eso de las dos y media recogimos todo y regresamos a la casa. Comprobamos que la carretera la habían cerrado porque las máquinas quitanieves estaban trabajando.

Por la tarde nos dedicamos a los juegos de mesa: risk, ajedrez, cartas... También nos propusimos construir un iglú. Los chicos se animaron mucho con la idea, pero la nieve era demasiado esponjosa,  poco compacta y los "albañiles" poco experimentados. Hubo que dejarlo a medio hacer porque las paredes no tenían resistencia. Contábamos con que la helada de la noche diera consistencia al invento...

Después de la cena jugamos unas partidas a Rommel y Monty que resultaron muy emocionantes. A esas horas ya había empezado a nevar, con suavidad, pero sin parar.

La nieve cubre el Campamento de Valdelugueros
Así amaneció el campamento el lunes.
El lunes amaneció con una buena capa de nieve y nevando continuamente. Además la ventisca traía nieve del norte. No se podía salir de la casa, a no ser que estuvieras bien protegido. En definitiva la mañana del lunes hubo que dedicarla de nuevo a juegos de interior. Algunos valientes salieron un rato para seguir con el iglú o para construir un nuevo refugio en la nieve.

Los mayores estuvimos evaluando largo rato qué hacer: regresar a casa cuanto antes, esperar a que despeje o quedarnos un día más, o los que hagan falta, hasta que se pudiera salir. La previsión decía que por la tarde tendríamos unas horas de buen tiempo. En el pueblo nos informaron del estado de la carretera. En consecuencia comimos pronto, recogimos la casa y a eso de las tres salíamos, ya con algo de sol, en busca de los coches.

Llegar hasta los coches llevó su tiempo. Sacarlos de la nieve a paladas también. Sobre las cinco de la tarde ya teníamos los coches libres de nieve, cargados con todo y apuntando hacia casa. En algunos tramos la carretera de las Hoces de Valdeteja estaba bastante mal. Aunque había pasado el quitanieves, la ventisca acumulaba nieve. En cualquier caso salimos airosos de la prueba. Incluso un coche se atrevió a hacer una parada en Nocedo y visitar la cascada de la Cola de Caballo. ¡Toda una aventura! El próximo año más.

Selección de fotos: