30 mayo, 2011

Romería Familiar Gradefes 2011

La Virgen del monasterio
Ayer estuvimos una vez más de romería con las familias de Anciles en Gradefes. La celebración empezó con una Misa en el monasterio de Santa María de Gradefes a la una y media. Posteriormente la comida con parrillada abundante en productos de la tierra. Además las madres se prodigaron en postres, frutas y dulces para todos.

Después de la comida, mientras los mayores charlaban tranquilamente, los pequeños jugaban a padel o a voley. Posteriormente Pablo nos amenizó a la guitarra con sus canciones mientras los pequeños le acompañaban a coro, le aplaudían y le solicitaban interpretaciones de lo más peregrino.

A las cinco de la tarde nos acercamos de nuevo al monasterio de Santa María de Gradefes y rezamos el rosario en familia. Incluso los pequeños nos acompañaron sin rechistar.

El tiempo nos acompañó perfectamente. A pesar de que en el viaje de ida nos llovió y de que por la tarde cayó una tormenta en León, pudimos disfrutar de una día en el campo muy agradable, sin demasiado calor y con un campo verde y cuajado de flores. De esta manera terminamos el mes de mayo, especialmente dedicado a la Virgen, cumpliendo una de las tradiciones del Opus Dei haciendo una romería a un santuario de la Virgen. Aunque, por una vez, sea una romería masiva y no personal.

Una selección de fotos de la romería:




25 mayo, 2011

Cómo desarrollar el autocontrol en los hijos


A algunos hijos les cuesta controlar sus impulsos. No les gusta esperar para conseguir lo que quieren, se ponen nerviosos con mucha facilidad y protestan muy a menudo. En edades tempranas es más fácil adquirir estrategias de autocontrol que favorecerán el desarrollo de la personalidad.

El autocontrol no se adquiere por sí solo, sino que se va logrando con esfuerzo y con un ambiente familiar propicio. Se trata de una adquisición progresiva y que lleva tiempo.

Poco a poco y a partir de los siete años, habrá que hacer comprender a los hijos la importancia de ser dueños de nuestra propia conducta.


La lucha por el autocontrol

Algunos padres no usan la disciplina con sus hijos porque quieren que sean ellos mismos quienes se controlen sin necesidad de reglas. Pero como los niños no tienen la madurez suficiente para tomar las riendas de sus acciones, pasan su infancia sin experimentar lo que es la exigencia.

Para llegar al autocontrol, nuestros hijos han de experimentar lo que supone luchar contra los propios defectos. Como todos somos muy indulgentes con nosotros mismos, para adquirir este hábito necesitamos que, alguien que nos quiera, nos anime en esta lucha personal.

Si a una niña de ocho años le insistimos que recoja sus libros, si se lo recordamos diariamente para que lo haga bien y no cedemos aunque no le apetezca; le estamos dando una posibilidad para experimentar en qué consiste la lucha consigo misma.

La necesidad del autocontrol

Para desarrollar la fuerza de voluntad y para ganar en autocontrol hay que vencerse en los gustos y en las inclinaciones más inmediatas. Se trata de una pelea diaria en pequeñas cosas. Esta pelea irá haciendo que los hijos adquieran un mayor grado de control sobre sí mismos. Habrá que hacerles ver que no deben escoger el camino más fácil sino el que se dirige hacia lo mejor.

Algunas sugerencias


- Para ayudar a los hijos a controlar sus emociones, habrá que animarles a ser pacientes y a saber esperar. Se les puede indicar que ahorren para conseguir algo que les guste. También les ayudará el saber retrasar una recompensa y el no desesperarse con los defectos de los demás.

- Para que sean personas serenas, habrá que decirles que no deben desanimarse cuando las cosas no les salgan bien. Se trata de aprendan a encajar los fracasos de manera razonable. En este sentido les puede ayudar el deporte en el que aprenderán a ganar y a perder.

- Para ayudarles a no ser unos resentidos y para que sepan perdonar y olvidar, hemos de insistirles en que pidan perdón a un hermano o a quien hayan ofendido.

- Procurar que no dejen vagar su cabeza con la imaginación. Para esto será importante ayudarles a aprovechar el tiempo. El que tengan un horario evita la dispersión.

- Animarles a que no se quejen ante lo que les desagrada, que no se dejen llevar por el primer impulso y que terminen las tareas que hayan comenzado.

- Facilitar la obediencia dando razones de lo que mandamos facilitará el sujetarse a una voluntad ajena, aunque nosotros no estemos delante de ellos.

09 mayo, 2011

Jóvenes Montañeros en Hierbas Altas

Ayer hicimos una excursión impresionante: el recorrido conocido como Hierbas Altas. Yo lo suelo llamar "la ruta del Cares alta". Una excursión realmente extraordinaria. Estuvimos pocos: Samuel, Javier y Charly, pero la ruta solo es para gente un poco experimentada. Partiendo de Caín se sube por un sendero increíble, por recorrer paredes y cortados impresionantes, hasta llegar a la Canal de Trea. Desde Trea se baja hasta la ruta del Cares clásica y se regresa a Caín.

Samuel y Javi en un punto alto del recorrido.
Empezamos a caminar un poco tarde, pasadas las doce del mediodía. Ya de entrada, nos equivocamos al iniciar el camino, casi nos vamos a Caín de Arriba. Pronto nos dimos cuenta y rápidamente encontramos el inicio del camino correcto. Nada mas empezar, y sin calentar, se inicia una subida de unos 500 metros hasta un collado. Durante el recorrido tuvimos un par de despistes, y nos costó casi dos horas rectificarlos.

  El sendero corre por la margen izquierda del Cares, pero quinientos metros más arriba. Las vistas son impresionantes como podéis ver en las fotos. Y eso que para darse cuenta de la grandeza del sitio hay que estar allí. El recorrido nos lleva hasta el llamado Bosque de los Pragamones. En realidad es un bosque de hayas precioso. Una vez cruzado el bosque llegamos a la Canal de Trea y descendimos hasta la ruta del Cares, a la altura del Puente Bolín. El descenso se hace muy largo y cansado porque la pendiente es muy fuerte.

  Ya en el Cares regresamos hacia Caín. A esas horas ya no queda nadie por el Cares, todo para nosotros. Saltos de agua, cortados impresionantes, alturas de vértigo. El Cares y Picos de Europa nunca defraudan. A eso de las 7:30 de la tarde llegamos al coche muy cansados, pero contentos de haber recorrido unos parajes que pocos conocen.

Una selección de las mejores fotos: