25 octubre, 2010

En bici por Calaveras 2010

Ayer nos fuimos de excursión en bici de montaña. Nuestro destino: la clásica excursión de Calaveras. Calaveras de Arriba es un pueblo cercano a Almanza, entre montes de robles y pinos, ya cerca de la provincia de Palencia. Contábamos con más gente, pero finalmente Miki se puso enfermo y no pudo asistir. Así que en la excursión estábamos Jorge, Samuel, Pablo y Charly. Como era domingo tuvimos Misa en el oratorio de Anciles a las 9:30 y al terminar salimos en furgoneta hasta Villamorisca.

Pablo y Samuel en un momento del camino.
  Sobre las 11:30 empezábamos la ruta desde Villamorisca. Al principio el camino es prácticamente llano y sin dificultades. Sólo paramos para coger agua en una fuente. Después de Cabrera de Almanza comienza la primera subida un poco seria. Paramos un rato para reponer fuerzas y en quince minutos conseguimos llegar al alto. Allí paramos otro momento antes de emprender la bajada. También ensayamos las técnicas de descenso, puesto que nos esperaban bajadas muy empinadas.

  El descenso fue vertiginoso y rápidamente llegamos a Calaveras de Arriba. Probamos la exquisita agua de la fuente y continuamos el camino. De nuevo tenemos una subida prolongada y después un camino rompepiernas, de subidas y bajadas. Además empieza a llover, muy fino, pero agua de la que moja. Forzamos un poco la marcha y llegamos hasta Valcuende, el último pueblo de León camino de Guardo.

  En Valcuende nos refugiamos bajo el soportal de una casa medio en ruinas. Allí comimos a cubierto de la lluvia. Nos visitó una vecina, posiblemente la única vecina del pueblo, que nos dio conversación durante un buen rato. No hay muchos con quien hablar en este pueblo.

  En cuanto nos acabamos las viandas partimos hacia Villamorisca. Llovía ligeramente y no sabíamos lo que podía caer, así que intentamos forzar un poco para llegar cuanto antes a la furgoneta. El caso es que al poco de partir dejó de llover, aunque el cielo seguía cubierto de nubes. El camino discurre ahora entre bosques frondosos con ligeras cuestas. Paramos de vez en cuando porque llevamos un ritmo fuerte y nos cansamos. Pronto llegamos a la bajada final, varios kilómetros bajando a tumba abierta por anchos caminos forestales. Cuando llegamos a Villamorisca nos quedamos con la sensación de que la bajada se nos ha hecho corta por lo divertido.

  Ya en la furgoneta nos ponemos ropa seca y nos vamos hasta un bar para tomarnos algo caliente. De paso jugamos unas partidas a las cartas. Como vamos bien de tiempo, son las cinco de la tarde, nos vamos a buscar un tesoro de geocaching. Nos acercamos al pueblo de Arcayos y Samuel lo localiza enseguida. Regresamos a León un poco cansados, pero con todos los objetivos conseguidos. ¡Y además Fernando Alonso ha ganado la carrera de Corea!

Compartimos con vosotros las mejores fotos de la excursión:

11 octubre, 2010

Noche de "terror" en Lugueros

El pasado fin de semana nos fuimos a Lugueros para hacer una "noche de terror". Llegamos a la casa del campamento a media tarde del sábado. Una vez descargadas las mochilas nos dedicamos a jugar a fútbol y a hacer ruido.

Pero la emoción vino después de la cena. José nos contó dos historias: una de Drácula y la historia "El barril de amontillado" de Poe. Las historias fueron seguidas con gran atención por parte de los oyentes. Especialmente la historia de Poe resultó impactante por la excelente interpretación de José.

Pablo, Fon y Jorge escuchan en la penumbra la historia de José.
Ahora viene la hora de la verdad. Les proponemos a los chicos hacer un recorrido por algunas estancias de la casa a la luz de una linterna para conseguir varios objetos. Ninguno se atreve a hacerlo solo. Todos tienen miedo a no se sabe que. Finalmente deciden ir tres juntos. A la luz de una linterna van recorriendo las cuatro habitaciones previstas. Continuos gritos de emoción van anunciando por donde van. Por el camino José y Charly, escondidos y disfrazados, se encargan de darle un poco más de emoción a la aventura. Finalmente consiguen hacer el recorrido y recoger todos los objetos. No ha pasado nada. No hay fantasmas ni asesinos escondidos... Cuando nos reunimos de nuevo están muy emocionados, lo han pasado muy bien. No saben de qué estaban asustados.

Acabamos la noche jugando al asesino con las cartas. ¡Hay que seguir con el tema! Nos acostamos tarde. Ha sido una velada emocionante.

Por la mañana después del desayuno y de recoger todo jugamos una partida a "Hotel". Después asistimos a la Misa del pueblo, subimos una peña, comprobamos que Alonso va tercero en la carrera de Suzuka y regresamos para comer. Por la tarde jugamos una partida al Risk y un rato de fútbol. Recogemos todo, dejamos la casa lista para los siguientes y nos vamos.

Ha sido una convivencia de fin de semana breve pero intensa. Alguien pregunta cuándo será la siguiente. Ya avisamos: la siguiente será en El Llendón de la Peña el fin de semana de Los Santos. Curiosamente coincide con lo que los americanos llaman Halloween. Promete ser también emocionante. ¡No faltes!

01 octubre, 2010

La autodefensa en la adolescencia



Los adolescentes desean ser apreciados, y no sólo ser apreciados; sino también “sentirse” apreciados. En la edad de la autoafirmación personal y la independencia esto resulta vital para ellas o ellos.

Los padres y los profesores ayudan a incrementar el sentimiento de valía de los adolescentes. Una autoestima aceptable, como rasgo del adolescente sano, es un aspecto fundamental para motivar o facilitar un comportamiento adecuado. Por el contrario, a los chicos o chicas les entristece que los adultos se muestren implacablemente críticos con ellos.

La amenaza a la propia valoración constituye un peligro para el propio individuo. Para hacer frente a estas situaciones, los adolescentes adoptan complejas estrategias de autodefensa para hacer frente a las críticas. Las estrategias defensivas, como afirma Martín Herbert, ayudan a reducir las ansiedades y los fracasos y protegen la inseguridad del yo aumentando la sensación de dignidad personal.

Somos bastante inconscientes de la utilización de las estrategias de las que a continuación hablaremos. Uno de los objetivos de su puesta en práctica es reducir la tensión. Los jóvenes buscan con ellas reducir la tensión, el dolor o cualquier otro tipo de malestar. Estos mecanismos se van aprendiendo y utilizando progresivamente. La frecuencia y el grado de uso nos darán la medida de la incorrección de su empleo. El problema está en que implican un cierto autoengaño y una distorsión de la realidad. Además, pueden falsificar la conducta, pueden quitar la sencillez y la coherencia en la vida, descartando soluciones realistas a los problemas cotidianos.

A continuación veremos algunas de estas estrategias psicológicas que nos ayudarán a comprender mejor la conducta de algunos adolescentes.

- El encapsulamiento o aislamiento afectivo. El joven se protege mediante una capa de pasividad. Se disminuyen las expectativas propias y se mantienen al margen de la afectividad. Aparecen la apatía y la resignación como manifestaciones extremas ante una frustración o ante el estrés prolongado. Los adolescentes optan por el “pasotismo” como forma de protegerse del dolor que les causa el desengaño de sus expectativas idealistas.

- El escapismo o negación de la realidad. El joven abandona situaciones competitivas si tiene la sensación de que va a fracasar. Una manifestación concreta puede ser “enfermar” en época de exámenes.

- El refugio en la fantasía. Las soluciones fantásticas son mucho mejores que la realidad. Se compensa una realidad difícil de aceptar con un mundo irreal en el que el joven es el centro. Esto lleva a vivir “en las nubes” a “sentirse héroe o víctima incomprendida”.

- La racionalización procura explicar de forma interesada, mediante justificaciones, los propios errores. Un chico que se considera inteligente y que suspende, puede decir que los exámenes son “poco fiables” y que están mal planteados.

- Mediante la proyección, atribuimos injustificadamente a otras personas determinados pensamientos para justificarnos: se buscan “chivos expiatorios” y culpables.

- El desplazamiento implica trasladar una emoción o una acción desde una situación a otra. Un ejemplo sería el del chico que se enfrenta al profesor, descargando la agresividad que recibe en casa por parte de su padre.

El análisis profundo de los comportamientos individuales de los jóvenes, nos llevará a darnos cuenta de que se trata de problemas de falta de cariño y de autoestima. La forma de ayudar a los adolescentes es hacerles ver cuál es el mecanismo de autodefensa que utilizan y por qué. Además, habrá que enseñarles a ser sinceros, a conocerse y aceptarse como son; no como les gustaría ser.