25 mayo, 2009

Fútbol y romería

El último fin de semana ha sido muy completo en Anciles. El sábado jugamos unos partidos de fútbol 3x3 contra los amigos del Club Deportivo Niara en Valladolid y el domingo nos fuimos de romería con las familias de Anciles a Gradefes.

Fútbol en Valladolid

Salimos el sábado de León, pasamos por Benavente y llegamos a Valladolid con tiempo para jugar el primer partido del torneo de fútbol 3x3 con los chicos de Niara. Rápidamente demostramos la superioridad del equipo de Anciles, y eso que jugábamos en cancha contraria.


Con la satisfacción del deber bien cumplido nos fuimos a comer con nuestros rivales cerca del río Pisuerga. Amenazaba lluvia y nos protegimos bajo un tejado, pero finalmente sólo cayeron cuatro gotas mal contadas.

Ya por la tarde, jugamos otro partido, esta vez al aire libre. Una vez más Anciles demostró su superioridad ganando claramente a los chicos de Niara. Destacó por su control y sus "florituras" Miguel. Claro que su amigo Alejandro y Jorge también contribuyeron a la victoria.

De camino de vuelta a Niara intentamos localizar dos tesoros de "geocaching" que teníamos cerca. El primero, en el parque de Poniente, no lo pudimos encontrar porque había desaparecido. El segundo no lo encontramos porque estaba realmente difícil. Que conste que no fue por no intentarlo.

En cualquier caso nos volvimos a León, pasando por Benavente, contentos de haber ganado dos partidos contra Niara. ¡Y eso que no entrenamos!

Romería familiar en Gradefes

El domingo celebramos la tradicional romería familiar de mayo en honor de la Virgen. De nuevo volvimos a Gradefes después de la buena experiencia del año pasado. Todo comenzó a la una de la tarde con una Misa celebrada por D. Carlos en el monasterio cisterciense de Gradefes. Es un lugar acogedor y muy especial. Al salir de la celebración nos acercamos hasta el chalet de Nilo, donde los fogoneros ya tenían lista la barbacoa para la llegada de las chuletas.

Mientras colocábamos una red de voley, las familias sacaban mesas y sillas para colocar las viandas. Allí estuvimos disfrutando del buen día, ni frío, ni calor, y de la buena mesa. Por las mesas iban pasando tortillas, pulpo, queso, empanada y todo tipo de productos buenos de la tierra y del mar. Pronto llegaron también las chuletas, salchichas, morcilla y chorizo recién salidos de la parrilla.

Más tarde circularon postres caseros y menos caseros: tartas, pasteles, tiramisú y toda clase de frutas de temporada. La sobremesa se prologó con charlas animadas mientras los pequeños jugaban al balón.

Sobre las cinco de la tarde, una vez recogido todo, regresamos al monasterio. Allí rezamos el rosario ante la imagen de la Virgen. Al finalizar las monjas tuvieron a bien enseñarnos el claustro del monasterio con una estupenda explicación de lo que podíamos contemplar. Finalmente pudimos comprar algunos productos artesanos elaborados por ellas: miel, "virutas de San José" y dulces varios.

La lluvia, prevista para ese día, cayó en forma de tormenta en cuanto salimos del monasterio. Así acabamos todos contentos: los agricultores con la deseada lluvia y nosotros porque pudimos disfrutar de toda la jornada sin mojarnos. El próximo año más.

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