02 diciembre, 2008

Novena a la Inmaculada

Desde el pasado domingo, día 30 de noviembre, tenemos todos los días en el oratorio de Anciles una Misa como celebración de la Novena a la Inmaculada. La Misa es a las 8:00 de la tarde, celebrada por D. Carlos; y está abierta a la participación de todas las familias vinculadas de alguna manera con Anciles. De hecho asisten madres, padres y amigos.
Imagen de la Virgen del oratorio de Anciles
Durante la celebración D. Carlos predica una muy breve homilía. La Misa dura en total unos 30 minutos, al alcance de todos por muy ocupados que estemos.

El jueves al acabar la Misa comenzaremos la Vela al Santísimo que hacemos todos los meses durante la noche del primer viernes de mes. Animamos a todos a participar en estos actos de devoción cristiana que son muestra de fe y veneración.

A continuación un texto de San Josemaría sobre la Inmaculada. El texto completo y muchos otros los podéis encontrar en la web de Obras del fundador del Opus Dei.


La alegría es un bien cristiano. Unicamente se oculta con la ofensa a Dios: porque el pecado es producto del egoísmo, y el egoísmo es causa de la tristeza. Aún entonces, esa alegría permanece en el rescoldo del alma, porque nos consta que Dios y su Madre no se olvidan nunca de los hombres. Si nos arrepentimos, si brota de nuestro corazón un acto de dolor, si nos purificamos en el santo sacramento de la Penitencia, Dios sale a nuestro encuentro y nos perdona; y ya no hay tristeza: es muy justo regocijarse porque tu hermano había muerto y ha resucitado; estaba perdido y ha sido hallado.

Esas palabras recogen el final maravilloso de la parábola del hijo pródigo, que nunca nos cansaremos de meditar: he aquí que el Padre viene a tu encuentro; se inclinará sobre tu espalda, te dará un beso prenda de amor y de ternura; hará que te entreguen un vestido, un anillo, calzado. Tú temes todavía una reprensión, y él te devuelve tu dignidad; temes un castigo, y te da un beso; tienes miedo de una palabra airada, y prepara para ti un banquete.

El amor de Dios es insondable. Si procede así con el que le ha ofendido, ¿qué hará para honrar a su Madre, inmaculada, Virgo fidelis, Virgen Santísima, siempre fiel?

Si el amor de Dios se muestra tan grande cuando la cabida del corazón humano —traidor, con frecuencia— es tan poca, ¿qué será en el Corazón de María, que nunca puso el más mínimo obstáculo a la Voluntad de Dios?

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