26 octubre, 2008

Jóvenes Montañeros en el Brañacaballo

Teníamos previsto ir al Peña Ubiña para batir el record de altura de los Jóvenes Montañeros de Anciles. Pero durante la semana había nevado en las cumbres altas, así que decidimos cambiar de destino y subir el Brañacaballo que no tiene ningún peligro con nieve. El Peña Ubiña queda, una vez más, pendiente para el buen tiempo.

Una parada en la ascension
Partimos de León Javier, Charly, David, Alfonso, Samuel, Álvaro y Jorge en la furgoneta de los padres de Miki. En La Robla recogimos a Rubén. Así éramos en total ocho jóvenes montañeros. ¡La excursión más numerosa!

A las 11:00 emprendimos la marcha desde el pueblo de Tonín. El camino estaba claro y no había más que seguir, siempre cuesta arriba, sin dificultades. Cogemos un desvío que nos acerca ya a la cumbre. Al poco tiempo empezamos a pisar nieve y la pendiente se hace más fuerte. ¡Empieza la aventura! Cuesta avanzar y de vez en cuando alguien resbala y cae al suelo. Charly dirige el grupo de los pequeños y Rubén guía a los mayores. Todos seguimos las huellas de Javier que ha abierto el camino. Después de algunos esfuerzos llegamos a la cresta, la cumbre parece estar cerca.

Rápidamente llegamos a una cumbre y descubrimos que no es el Brañacaballo, nuestro objetivo está más lejos, como a media hora más de camino. Es la hora de comer y hay apetito, así que paramos a comer. Todos comparten chocolatinas, gominolas, patatas, etc. Desde nuestro puesto vemos a otros montañeros que llegan al Brañacaballo y regresan rápidamente. La vista es impresionante: al norte picos nevados, al oeste el Bodón, Picos de Europa, el Espigüete, el Faro de Vegarada. También vemos el collado de Redilluera, por donde pasamos en la excursión del campamento. Al oeste las cumbres de Pajares, las Tres Marías, y al fondo Peña Ubiña.

Ya con nuevas energías emprendemos la marcha hacia la cumbre que alcanzamos rápidamente. Desde el Brañacaballo la vista es más espectacular todavía. Al sur vemos el Correcillas, antes tapado. El día es espléndido, sin una nube, la atmósfera es transparente como pocas veces y se ve con nitidez hasta el fondo del horizonte. Dejamos nuestra tarjeta de cumbres. Algunos se enzarzan en una guerra de bolas de nieve. Jovenes Montañeros en la cumbre
Después de disfrutar de las vistas y descansar un poco emprendemos el descenso. En la bajada encontramos de nuevo nieve. Además el camino lo vamos haciendo a medida que bajamos y son frecuentes las caídas. Por fin llegamos al buen camino con los pies empapados. Ahora sólo es cuestión de seguir caminando hasta el pueblo. Llegamos a la furgoneta cansados, pero contentos de haber hecho una nueva cumbre y de haber pasado unas buenas aventuras en la montaña. Todos hemos disfrutado de un día fenomenal y estamos dispuestos a seguir con excursiones incluso más duras. ¿Cual será la siguiente?

Podéis ver las mejores fotos en flickr y en la actividad de vídeo haremos un montaje con lo que hemos grabado.

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