27 octubre, 2008

Distraídos, inquietos, desorganizados ¿Qué es el TDAH?

Desde que nacen "no paran quietos", "se distraen con todo", "todo se les olvida" y acaban con la paciencia de padres y profesores. Hace algunos años se les llamaba "traviesos" o "revoltosos", pero con el avance de la ciencia se les ha empezado a denominar con el nombre de trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad. ¿En qué consiste este trastorno?, ¿cómo se diagnostica? ¿cómo se trata? ¿qué pueden hacer los padres? ¿y los profesores?

¿Qué es el TDAH?

Se trata de un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por presentar alguno de los dos grupos de síntomas típicos: el déficit de atención, la hiperactividad/impulsividad.

¿Cómo se manifiesta?

Se han establecido tres subtipos diferentes dentro del mencionado trastorno: el inatento, el hiperactivo y el combinado (cuando se dan los síntomas de inatención y los hiperactivos-impulsivos)

El niño inatento parece no escuchar cuando se le habla, sueña despierto, olvida las cosas con mucha frecuencia. Se distrae con estímulos sin importancia, parece que no sabe a qué atender en cada momento. En su clase es muy lento, pasa desapercibido, olvida entregar la tareas, se resiste a realizar actividades que exigen esfuerzo. Es muy desordenado en la presentación de los trabajos escolares, no se acuerda de poner su nombre y le cuesta organizarse.
Este niño aparenta ser "vago" y suele estar muy desmotivado. En su casa olvida los encargos que le hacen, no sabe dónde deja los libros o las prendas de vestir y tiene más accidentes domésticos que sus hermanos.

El niño hiperactivo-impulsivo actúa como si tuviera un motor en su interior, mueve en exceso sus manos y sus pies, se remueve en el asiento, se levanta de la mesa cuando es inapropiado hacerlo. Suele interrumpir las conversaciones, los juegos o las actividades de los demás. Realiza sus tareas sin pensarlas, no prevé las consecuencias de sus actos, habla en exceso, tiene que tener algo continuamente en las manos, etc.

El niño del subtipo combinado presenta manifestaciones de inatención y de hiperactividad-impulsividad. De todas formas, y según las investigaciones más recientes, todo induce a pensar que sólo se debería hablar de dos subtipos: el inatento y el combinado.

El TDAH en las diversas etapas de la vida

En la edad preescolar el niño hiperactivo-impulsivo será muy "movido", inquieto, imprudente, revolverá todos los cajones, correrá en exceso, tocará todo y seguirá las órdenes que se le den con dificultad. Se manchará más de lo normal, cambiará de actividad continuamente y se mostrará muy absorvente para sus padres.

En la etapa escolar (en la Educación Primaria) tendrá muchas dificultades para adquirir hábitos. Las tareas escolares las presentará sucias o desordenadas o inacabadas. En clase se moverá continuamente, se balanceará en su asiento, hará ruidos con la boca y se portará mal. Se distraerá con cualquier cosa, dará contestaciones inoportunas, se enfadará fácilmente con sus compañeros, siempre olvidará algo: la agenda, los lápices, etc. Parecerá que todo lo hace mal a propósito, buscará excusas, justificará sus errores y llegará a mentir.

En la adolescencia irá desapareciendo la inquietud motora, mantendrá un cierto estado de ansiedad y la impulsividad. Actuará sin pensar, seguirá siendo desorganizado, podrá tener dificultades en los estudios y llegará a desmotivarse y a abandonarlos tempranamente. Durante la Educación Primaria tratará de mejorar en sus estudios, pero al llegar a la E.S.O., si sus resultados académicos son bajos; tal vez deje de estudiar.

Le costará controlarse y esto le llevará a tener conflictos con sus padres, con los profesores o con los compañeros.

En la edad adulta también se da este trastorno. El inicio se podrá diagnosticar en la infancia y en, aproximadamente un 50% de los casos, seguirá estando presente en la edad adulta. Las manifestaciones serán similares a las de otras edades, si bien pueden ser característicos los síntomas de inadaptación social, familiar y laboral, la falta de madurez y de sentido común en la toma de decisiones, la presencia de un gran número de ideas en la cabeza que dificultan seleccionar en cada momento lo que se tiene que hacer, la agresividad y el gusto por el exceso de velocidad en la conducción.

Además, los adultos que tienen TDAH, con frecuencia empiezan una tarea sin leer o escuchar las instrucciones detenidamente, no cumplen las obligaciones o las promesas con las demás personas y tienen dificultades para hacer las tareas de manera ordenada.

Este trastorno en la edad adulta puede ser diagnosticado como una depresión, debido al sentimiento de indefensión y de inutilidad que provocan los síntomas anteriormente comentados.

26 octubre, 2008

Jóvenes Montañeros en el Brañacaballo

Teníamos previsto ir al Peña Ubiña para batir el record de altura de los Jóvenes Montañeros de Anciles. Pero durante la semana había nevado en las cumbres altas, así que decidimos cambiar de destino y subir el Brañacaballo que no tiene ningún peligro con nieve. El Peña Ubiña queda, una vez más, pendiente para el buen tiempo.

Una parada en la ascension
Partimos de León Javier, Charly, David, Alfonso, Samuel, Álvaro y Jorge en la furgoneta de los padres de Miki. En La Robla recogimos a Rubén. Así éramos en total ocho jóvenes montañeros. ¡La excursión más numerosa!

A las 11:00 emprendimos la marcha desde el pueblo de Tonín. El camino estaba claro y no había más que seguir, siempre cuesta arriba, sin dificultades. Cogemos un desvío que nos acerca ya a la cumbre. Al poco tiempo empezamos a pisar nieve y la pendiente se hace más fuerte. ¡Empieza la aventura! Cuesta avanzar y de vez en cuando alguien resbala y cae al suelo. Charly dirige el grupo de los pequeños y Rubén guía a los mayores. Todos seguimos las huellas de Javier que ha abierto el camino. Después de algunos esfuerzos llegamos a la cresta, la cumbre parece estar cerca.

Rápidamente llegamos a una cumbre y descubrimos que no es el Brañacaballo, nuestro objetivo está más lejos, como a media hora más de camino. Es la hora de comer y hay apetito, así que paramos a comer. Todos comparten chocolatinas, gominolas, patatas, etc. Desde nuestro puesto vemos a otros montañeros que llegan al Brañacaballo y regresan rápidamente. La vista es impresionante: al norte picos nevados, al oeste el Bodón, Picos de Europa, el Espigüete, el Faro de Vegarada. También vemos el collado de Redilluera, por donde pasamos en la excursión del campamento. Al oeste las cumbres de Pajares, las Tres Marías, y al fondo Peña Ubiña.

Ya con nuevas energías emprendemos la marcha hacia la cumbre que alcanzamos rápidamente. Desde el Brañacaballo la vista es más espectacular todavía. Al sur vemos el Correcillas, antes tapado. El día es espléndido, sin una nube, la atmósfera es transparente como pocas veces y se ve con nitidez hasta el fondo del horizonte. Dejamos nuestra tarjeta de cumbres. Algunos se enzarzan en una guerra de bolas de nieve. Jovenes Montañeros en la cumbre
Después de disfrutar de las vistas y descansar un poco emprendemos el descenso. En la bajada encontramos de nuevo nieve. Además el camino lo vamos haciendo a medida que bajamos y son frecuentes las caídas. Por fin llegamos al buen camino con los pies empapados. Ahora sólo es cuestión de seguir caminando hasta el pueblo. Llegamos a la furgoneta cansados, pero contentos de haber hecho una nueva cumbre y de haber pasado unas buenas aventuras en la montaña. Todos hemos disfrutado de un día fenomenal y estamos dispuestos a seguir con excursiones incluso más duras. ¿Cual será la siguiente?

Podéis ver las mejores fotos en flickr y en la actividad de vídeo haremos un montaje con lo que hemos grabado.

01 octubre, 2008

80 años de la fundación del Opus Dei

Mañana se cumplen 80 años del momento en que San Josemaría Escrivá fundó el Opus Dei y comenzó a trabajar para sacarlo adelante. Como quiera que Anciles es una iniciativa apostólica del Opus Dei, estamos de fiesta. Hace ahora 80 años Dios hizo ver a nuestro fundador que en medio del mundo, en nuestro trabajo ordinario, en nuestra familia, podemos, y debemos, ser santos.

En palabras de la estampa del Fundador, el Opus Dei es "camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano". Los que tenemos la suerte de haber recibido la vocación al Opus Dei luchamos por "convertir todos los momentos y circunstancias de la vida en ocasión de amar a Dios y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas; iluminando los caminos de la Tierra con la luminaria de la fe y del amor".

Anciles es un lugar donde, adaptándose a las circunstancias personales de cada persona y su libertad personal, procuramos acercarla a Dios. En palabras de Monseñor Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, en su carta de septiembre de 2007:

"Cuando una persona se acerca a la Prelatura, movida por el deseo de conocer mejor a Dios, procuramos facilitarle una adecuada formación doctrinal, espiritual y apostólica, de modo que las enseñanzas de Cristo constituyan, desde el principio, no sólo claridad para su inteligencia, sino luz y fuerza que dirijan sus pasos en el seguimiento de Jesús. Ayudamos a la gente a apreciar y a frecuentar los sacramentos —la Eucaristía, la Confesión—, a cuidar la oración personal, a tratar a Dios como Padre y a la Santísima Virgen como Madre, a ofrecer el trabajo al Señor, a preocuparse de las necesidades espirituales y materiales de los demás, a acercar a Dios a quienes se relacionan más de cerca con ella o con él."

En la ciudad de León, Anciles es el lugar donde podrás encontrar personas del Opus Dei que te podrán orientar para acercarte a Dios en tus circunstancias normales de trabajo, sin necesidad de apartarte de tus obligaciones. Aquí podrás tener una auténtica dirección espiritual y recibir el sacramento de la confesión con un sacerdote del Opus Dei.