13 septiembre, 2007

En la Jornada Mariana de las Familias

Como comentamos en la noticia anterior, el sábado, día 8 de septiembre estuvimos en Torreciudad asistiendo a la Jornada Mariana de las Familias. El sábado acababa el torneo Futbol Cup en Parquelagos, Madrid. Así que madrugamos un poquito y nos pusimos en carretera para llegar a Torreciudad con tiempo para asistir a la Misa que presidía Monseñor Javier Echevarría, prelado del Opus Dei.




Llegamos justo a tiempo para asistir a la Misa. En la homilía, el Padre (así llamamos en el Opus Dei al prelado) nos habló de la familia. Así animó a los padres a huir del pesimismo en la educación de los hijos. "Con cierta frecuencia se comenta que, en estos tiempos, corren aires difíciles para la educación de los hijos. Con un acusado pesimismo, a veces se escucha que, incluso cuando los padres y hermanos procuran hacerlo bien, no es posible evitar que algún hijo se tuerza; o añaden que resulta casi una utopía que todos salgan adelante con vida recta. No os desaniméis: con la gracia de Dios, siempre se puede alcanzar ese buen objetivo; hay muchos ejemplos de innumerables hogares que, con tesón y esfuerzo, con optimismo cristiano y humano, han logrado ese ambiente familiar que verdaderamente ha formado magníficamente a sus hijos".

El Padre también recordó unas palabras de San Josemaría sobre la familia. "Si tuviera que dar un consejo a los padres, les daría sobre todo éste: que vuestros hijos vean (…) que procuráis vivir de acuerdo con vuestra fe, que Dios no está sólo en vuestros labios, que está en vuestras obras; que os esforzáis por ser sinceros y leales, que os queréis y que los queréis de veras". Aquí podéis ver un vídeo resumen de la homilía.

Después de la Misa pudimos visitar con tranquilidad el Santuario de Torreciudad y los alrededores. Por la tarde el Padre tuvo una tertulia en la explanada con todas las familias que asistieron a la jornada. Plantearon algunas preguntas sobre la educación de los hijos, las dificultades de las familias y otros temas de actualidad. El padre siempre respondió con optimismo y visión cristiana de la vida. Los actos terminaron con el rezo del rosario y la bendición con el Santísimo.

Nosotros nos quedamos esa tarde allí. Nos fuimos hasta El Poblado donde descansamos y nos dimos un baño en la piscina. Por la noche pudimos ver una película. Al día siguiente partimos hacia León después de asistir a Misa en el Santuario. Por el camino visitamos el Pilar de Zaragoza. Llegamos a León cansados, pero muy contentos después de una semana muy intensa.

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