Alcanzada cumbre del Pico Peñacorada

Ayer lunes tres jóvenes e intrépidos montañeros: David, Rubén y Rafa, guiados por Josemari y Charly coronaron el Pico Peñacorada después de una larga y esforzada caminata.

Partimos del pueblo de Fuentes de Peñacorada a eso de las 11:30 de la mañana. El camino de aproximación era largo, pero con la furgoneta que teníamos no podíamos llegar más lejos, o al menos, eso pensábamos. Marchábamos sobre una pista de tierra pisada muy cómoda, pero al principio descendía un poco para subir de nuevo el resto del camino. A todo esto, los jóvenes montañeros paraban cada poco para perseguir a una lagartija, o preguntarle a Josemari qué era aquella piedra. Aunque esto nos retrasó, hizo que el camino resultara más agradable para los chicos.


Hicimos algunas paradas breves para descasar y beber algo, y una parada corta para comer. Ya estábamos un poco cansados cuando llegamos al punto en que dejábamos el camino de aproximación y comenzaba la ascensión propiamente dicha. A partir de ese momento todo era cuesta arriba, muy pendiente y dura.

En la ascensión destacaba Rafa que subía como una cabra saltando de roca en roca sin sensación de esfuerzo. Rubén, ya veterano, que subía con esfuerzo, pero sin una queja. Ya nos habíamos dado cuenta de que todos estábamos bien equipados salvo David que calzaba unas zapatillas de futbito que además le quedaban pequeñas. Poco después de empezar la ascensión David se sentó sobre una planta espinosa y se pinchó en las posaderas. Esto originó una crisis que fue superando poco a poco. De vez en cuando el camino discurría entre plantas en flor que al rozarlas soltaban polen, y David es alérgico al polen.

Superadas varias pequeñas crisis llegamos a la cresta desde donde se divisaba la cumbre, aparentemente muy cercana. David ya estaba agotado y necesitaba ánimos para seguir. Unos esfuerzos más y todos conseguimos llegar a la cumbre del Peñacorada a las 16:00. ¡Objetivo conseguido! Por fin, al tercer intento, la cumbre había sido conquistada. Las otras dos veces no fue posible ni siquiera intentarlo por haber nevado los días anteriores. Aquí podéis ver un mapa del recorrido que hicimos.

En la cumbre permanecimos 45 minutos para comer algo, dejar una tarjeta en el buzón, hacernos unas fotos y algunas entrevistas en vídeo. Aunque la atmósfera no estaba muy transparente el paisaje era extraordinario. Al norte se contemplaba toda la Cordillera Cantábrica con las cumbres más altas cubiertas de nieve y al sur una inmensa llanura.

A las 16:45 emprendimos el descenso. Cambiamos ligeramente la ruta, esta vez cresteamos un buen trecho por el camino marcado por los montañeros. Así llegamos a una pequeña charca en la que encontramos huevos de algún tipo de anfibio. David tenía especial interés en recogerlos. También encontramos unas pequeñas "manchas de nieve". Desde allí emprendimos el descenso hasta llegar a un pequeño bosque en el que nos esperaban dos sorpresas: una fuente de agua fresca y una culebra. La culebra acaparó nuestra atención. Josemari fue capaz de identificarla como "no peligrosa" y de sacarla de su escondite para que la pudiéramos contemplar y filmar en vídeo. Ya lo veréis.

Un poco más abajo, ya casi en el camino, encontramos un yacimiento de fósiles del carbonífero o del devónico. Así conseguimos algunos buenos ejemplares de corales y braquiópodos. Todo esto nos entretuvo bastante. Así que llegamos a la furgoneta a eso de las 8:00 de la tarde. Todos cansados, pero contentos y satisfechos de haber conseguido una cumbre difícil, de haber aprendido muchas cosas sobre la naturaleza y de haber visto y tocado todo tipo de minerales, fósiles y animales.

En cuanto esté preparado pondremos el vídeo de la excursión. Mientras tanto estamos pensando en la siguiente. Nuestra meta puede ser el famoso Correcillas.

ACTUALIZACIÓN (1-5-2007): Ya tenemos el vídeo de la excursión. Espero que lo disfrutéis: