29 agosto, 2010

El cañón del Górgora

Ayer estuvimos recorriendo el cañón del Górgora, una excursión sólo apta para auténticos aventureros. A eso de las doce llegamos a Montealegre Jorge, Miki y Samuel con Pablo y Charly. Iniciamos el recorrido por un camino que no llevó hasta lo más profundo de un arroyo entre árboles y helechos. Aquí empezaba la dificultad de encontrar el camino. Quince días antes habían estado por aquí Emilio y Charly y dieron muchos rodeos para encontrar, casi de casualidad, el recorrido correcto. Esta vez, con la experiencia pasada logramos encontrar el camino más sencillo, no sin ciertas dificultades. Desde aquí el recorrido está póbremente señalizado y es muy fácil perderse. En cualquier caso, después de algunas dudas llegamos a una peña que domina el valle por el que discurre el primer arroyo.

Desde lo alto de la peña.
Desde aquí el camino ya es conocido. Primero llegamos a "la cueva de los fugaos", que son los restos de una mina romana. Después de visitarla seguimos nuestro camino hacia la garganta del Górgora. Enseguida encontramos la primera cuerda que ayuda a bajar una fuerte pendiente y poco después llegamos ya al arroyo. Es un lugar precioso con una cascada, abundante vegetación y helechos. Allí nos refrescamos un poco y comimos.

Tras un rato de descanso seguimos la marcha por un camino bien marcado entre espesa vegetación, rocas, musgos y el rumor del arroyo. De vez en cuando una cuerda bien sujeta nos facilita el descenso de una cuesta muy pendiente. Por el camino vemos un cartel que indica "salida de emergencia". Pronto entenderemos su significado. A partir de un punto el arroyo ha escavado una profunda garganta en la roca y el camino prosigue por lo más elevado de la garganta. Ahora encontramos más cuerdas y escaleras de cuerda para bajar y subir pequeñas paredes en la roca.

De pronto nos encontramos con una cuerda horizontal para pasar un extraplomo. Pasa Pablo sin problemas, pero cuando le toca a los chicos se asustan, no saben cómo pasar. Después de las explicaciones de los mayores Samuel consigue pasar sin problemas. Miki y Jorge consiguen por fin superar la dificultad. A partir de ahora todo será más fácil. El camino sigue entre un desfiladero impresionante. Al descender una escalera de cuerda nos encontramos en medio del arroyo. El camino sigue por el mismo arroyo.

Saltando de piedra en piedra conseguimos llegar hasta el pozo de la Górgora sin apenas mojarnos. Ya estamos prácticamente en la salida. El último tramo del camino ha sido estupendo porque ha discurrido en la sombra al frescor del arroyo. Ahora tendremos que salir de nuevo al calor del sol. Así que aprovechamos para descansar un ratico al lado de la poza. Pablo, Miki y Jorge incluso se animan a meterse en el agua, realmente fría, del arroyo.

Para salir hay que superar una pendiente muy fuerte ayudados de cuerdas y escaleras. Por turnos vamos saliendo. Poco después llegamos a un sitio de descanso donde empieza de nuevo un camino ancho y carretero. Paramos a merendar, recuperar fuerzas y comentamos las emociones de la excursión. Retomamos el camino y llegamos hasta nuestra furgoneta en veinte minutos. Mientras recogemos a los chicos todavía les quedan ganas de dar unas patadas al balón. Esta es una de esas excursiones que hacen afición, pero sólo recomendable para chicos un poco mayores. El próximo sábado la excursión será en bici de montaña por los alrededores de Santa María de Ordás. ¡No falles!

La clásica selección de las mejores fotos:

No hay comentarios:

Publicar un comentario